Un hombre de gran avaricia se encuentra con un mendigo que le pide un dinar.
-¿Por quién me tomas? -le dice el avaro-. ¿Por qué me pides sólo un dinar?
No es digno de mi!
Entonces -dice el mendigo-, dame dos dinares.
-No -le contesta el avaro altivamente-. Eso no es digno de ti!
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