LA SOLUCIÓN
Un diálogo relevante de la tradición judía, con un extraño acento zen.
Un estudiante va a ver a un viejo rabino y le dice:
.-He pensado mucho y he tomado una decisión. He decidido morir.
.-ESO NO ES UNA SOLUCIÓN, le dice el rabino.
El joven se va, y una semana más tarde, regresa y dice:
.-Tenías razón. He reflexionado mucho y he decidido vivir.
.-ESO NO ES UNA SOLUCIÓN, le dice el rabino.
.-¡Pero tú me dijiste que morir no era una solución! Y ahora me dices que vivir no es una solución.
Entonces, dime ¿cuál es la solución?
.-¿Y POR QUÉ CREES QUE HAY UNA SOLUCIÓN? le dijo el rabino.
jueves, 28 de enero de 2010
martes, 26 de enero de 2010
DOS SANDALIAS
LAS DOS SANDALIAS
Una historia india contemporánea nos cuenta lo siguiente:
Un hombre viaja en un tren.
El vagón sufre de repente una sacudida y el hombre pierde una de sus sandalias, que cae al exterior.
Al instante coge la otra sandalia y la tira.
Otro hombre sentado a su lado se sorprende al ver aquello.
Él le contesta:
.-No puedo hacer gran cosa con una sola sandalia.
Y, si alguien encuentra la que ha caído, tampoco le servirá de mucho.
Así pues, mejor que encuentre las dos.
Una historia india contemporánea nos cuenta lo siguiente:
Un hombre viaja en un tren.
El vagón sufre de repente una sacudida y el hombre pierde una de sus sandalias, que cae al exterior.
Al instante coge la otra sandalia y la tira.
Otro hombre sentado a su lado se sorprende al ver aquello.
Él le contesta:
.-No puedo hacer gran cosa con una sola sandalia.
Y, si alguien encuentra la que ha caído, tampoco le servirá de mucho.
Así pues, mejor que encuentre las dos.
lunes, 25 de enero de 2010
domingo, 24 de enero de 2010
sábado, 23 de enero de 2010
EL LIBRO Y LA LLAVE
viernes, 22 de enero de 2010
MARBELLA EN IMAGENES
jueves, 21 de enero de 2010
EL INFIERNO Y EL PARAISO
EL INFIERNO Y EL PARAISO
Un anciano chino pidió un deseo antes de morir.
Quería ver el infierno y el paraíso. Como toda su vida había sido honrado, su deseo le fue concedido.
Primero fue conducido al infierno. Vio mesas repletas de deliciosos manjares, pero los comensales parecían hambrientos y furiosos. Sentados a dos metros de la mesa, tenían que utilizar unos palillos muy largos y no conseguían llevarse ningún alimento a la boca. De ahí su sufrimiento y su cólera.
Entonces, el anciano fue trasladado al paraíso y vio exactamente el mismo espectáculo.
Sí, -explicó a su regreso- Las mismas mesas, la misma comida, los mismos palillos... pero todos los comensales parecían felices y saciados.
¿Por qué? le preguntaron.
.-Porque se alimentaban unos a otros.
Un anciano chino pidió un deseo antes de morir.
Quería ver el infierno y el paraíso. Como toda su vida había sido honrado, su deseo le fue concedido.
Primero fue conducido al infierno. Vio mesas repletas de deliciosos manjares, pero los comensales parecían hambrientos y furiosos. Sentados a dos metros de la mesa, tenían que utilizar unos palillos muy largos y no conseguían llevarse ningún alimento a la boca. De ahí su sufrimiento y su cólera.
Entonces, el anciano fue trasladado al paraíso y vio exactamente el mismo espectáculo.
Sí, -explicó a su regreso- Las mismas mesas, la misma comida, los mismos palillos... pero todos los comensales parecían felices y saciados.
¿Por qué? le preguntaron.
.-Porque se alimentaban unos a otros.
miércoles, 20 de enero de 2010
AMIGOS
martes, 19 de enero de 2010
lunes, 18 de enero de 2010
domingo, 17 de enero de 2010
sábado, 16 de enero de 2010
jueves, 14 de enero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
martes, 12 de enero de 2010
lunes, 11 de enero de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
sábado, 9 de enero de 2010
viernes, 8 de enero de 2010
SOBRE LAS BIOGRAFIAS
jueves, 7 de enero de 2010
miércoles, 6 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
lunes, 4 de enero de 2010
LA MANO CORTADA
LA MANO CORTADA
A veces el plazo temporal se reduce, se limita a unas horas, a unos minutos.
Pero a la historia le gusta jugar con este plazo.
Farid al-Din 'Attãr cuenta que un dignatario pilló a un ladrón en una calle de la ciudad e hizo que le cortasen la mano allí mismo, en medio de la multitud.
El ladrón no dijo nada, no gritó. Recogió la mano cortada y se alejó.
Un poco más lejos, entró en un mercado popular.
Allí se puso a gritar, a patalear, a rodar por el suelo.
.-¿A qué vienen esas terribles quejas? -le preguntó alguien-.
Cuando te han cortado la mano has permanecido en silencio.
El ladrón contestó:
.-Porque allí todos me tomaban por un ladrón y nadie me compadecía.
Aquí, en este mercado, seguro que hay otros ladrones. Seguro que a muchos también les cortaron las manos.
Ellos saben cómo sufro y pueden compadecerme.
Por tanto, si grito es por ellos.
A veces el plazo temporal se reduce, se limita a unas horas, a unos minutos.
Pero a la historia le gusta jugar con este plazo.
Farid al-Din 'Attãr cuenta que un dignatario pilló a un ladrón en una calle de la ciudad e hizo que le cortasen la mano allí mismo, en medio de la multitud.
El ladrón no dijo nada, no gritó. Recogió la mano cortada y se alejó.
Un poco más lejos, entró en un mercado popular.
Allí se puso a gritar, a patalear, a rodar por el suelo.
.-¿A qué vienen esas terribles quejas? -le preguntó alguien-.
Cuando te han cortado la mano has permanecido en silencio.
El ladrón contestó:
.-Porque allí todos me tomaban por un ladrón y nadie me compadecía.
Aquí, en este mercado, seguro que hay otros ladrones. Seguro que a muchos también les cortaron las manos.
Ellos saben cómo sufro y pueden compadecerme.
Por tanto, si grito es por ellos.
domingo, 3 de enero de 2010
EL INSECTO Y EL CARACOL
sábado, 2 de enero de 2010
LA BRÚJULA
LA BRÚJULA
Unos viajeros, atravesando un desierto, se encontraron una brújula.
Fueron a enseñársela a un conocido sabio del lugar y le preguntaron:
.-¿Qué es?
El sabio cogió la brújula, la examinó un momento y rompió a sollozar.
Al rato, dejó de llorar y se echó a reir, a reir más y más.
.-¿Por qué lloras? ¿Y por qué ries? le preguntaron.
Me he puesto a llorar al pensar en vuestra ignorancia, pues no sabéis qué es este objeto.
Entonces me he echado a reir al pensar en la mía.
Porque yo tampoco lo sé.
viernes, 1 de enero de 2010
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