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jueves, 21 de enero de 2010

EL INFIERNO Y EL PARAISO

EL INFIERNO Y EL PARAISO

Un anciano chino pidió un deseo antes de morir.
Quería ver el infierno y el paraíso. Como toda su vida había sido honrado, su deseo le fue concedido.
Primero fue conducido al infierno. Vio mesas repletas de deliciosos manjares, pero los comensales parecían hambrientos y furiosos. Sentados a dos metros de la mesa, tenían que utilizar unos palillos muy largos y no conseguían llevarse ningún alimento a la boca. De ahí su sufrimiento y su cólera.

Entonces, el anciano fue trasladado al paraíso y vio exactamente el mismo espectáculo.
Sí, -explicó a su regreso- Las mismas mesas, la misma comida, los mismos palillos... pero todos los comensales parecían felices y saciados.
¿Por qué? le preguntaron.
.-Porque se alimentaban unos a otros.

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