LA SOLUCIÓN
Un diálogo relevante de la tradición judía, con un extraño acento zen.
Un estudiante va a ver a un viejo rabino y le dice:
.-He pensado mucho y he tomado una decisión. He decidido morir.
.-ESO NO ES UNA SOLUCIÓN, le dice el rabino.
El joven se va, y una semana más tarde, regresa y dice:
.-Tenías razón. He reflexionado mucho y he decidido vivir.
.-ESO NO ES UNA SOLUCIÓN, le dice el rabino.
.-¡Pero tú me dijiste que morir no era una solución! Y ahora me dices que vivir no es una solución.
Entonces, dime ¿cuál es la solución?
.-¿Y POR QUÉ CREES QUE HAY UNA SOLUCIÓN? le dijo el rabino.
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