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lunes, 7 de septiembre de 2009

GLENN GOULD

GLENN GOULD

A veces, muchas veces, compramos un disco tras haber leído una crítica favorable, o por la convincente recomendación de un amigo.
De Glenn Gould sólo poseo un disco (Variaciones Goldberg -Johann Sebastian Bach).

Es una interpretación considerada mítica dentro del mundo de la música.
Existen muchas grabaciones de otros pianistas, pero siempe he sabido que la versión de Glenn Gould es la mejor. Y cuando la opinión es generalizada debe tenerse en cuenta.
Es un músico que, fuera de los circuítos al uso, no es tan 'popular' como tantas otras figuras.
Sin embargo, su dimensión y altura musical es unánimemente reconocida.

Hace unos días, un diario de tirada nacional publicó una serie de reportajes bajo el título genérico de "Juguetes rotos" (con este mismo título existe una película de Manuel Summers).
Cada día relataba de manera sintética las turbulencias existenciales de personajes de distintas facetas artísticas y humanas de la sociedad.
Todos fueron arrastrados durante su vida por aquellas situaciones y vicisitudes que leemos que le ocurren a 'los demás', pero que nunca llegamos a creer que cualquier día también nos puede tocar de idéntica forma.
El artículo dedicado a Glenn Gould desgranaba ilustrativamente facetas, aspectos y comportamientos que puedo calificar de sorprendentes e inesperados, cuando los vemos aplicados a según qué personas.
Siempre imaginamos, en este caso, a un artista dedicado en cuerpo y alma a su carrera, con una trayectoria ascendente desde sus inicios y recubiertos de una aureola de magnificiencia.
Protagonista de páginas insuperables, de conciertos irrepetibles, de incursiones en el mundo literal de lo mítico, refrendados por opiniones de suficiente solvencia.

Pues a pesar de imaginar lo anteriormente escrito, el reportaje retrata a un ser totalmente distinto de lo que vemos bajo la imagen de un artista aclamado, sentado frente a un piano en un escenario.
Tras la 'fachada' que todos veían se amontonaban complejos, caprichos, paranoias, excentricidades -que no divismo- a unos niveles insospechados.
Debo decir a ciencia cierta que este tipo de reportajes -dando por cierta su exposición- desmitifica por completo esa imagen que nos formamos de mucha gente.
Y es curioso comprobar que la mayor parte de las figuras de la Historia tuvieron aspectos y facetas de sus vidas no siempre consideradas como 'ejemplares'.
Glenn Gould tampoco fue una excepción, no sé si a su pesar.

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