Un corto relato desde Persia nos cuenta que un día se vio a un joven que acababa de perder a su madre y se lamentaba:
.-¡Estoy destrozado! ¡Sufro! En toda mi vida había sentido un dolor comparable al que hoy siento.
Un viejo amigo que pasaba por allí le hizo este comentario:
¿Y qué deberíamos decir de tu madre?
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