La idea de que toda percepción puede ser engañosa, es algo que corre por el mundo desde que el pensamiento dejó sus primeras huellas.
Una historia china trata de lleno estas dudas del espíritu:
Un hombre sueña que es una mariposa. Revolotea de flor en flor, batiendo sus alas, sin la más mínima noción sobre su naturaleza humana.
Cuando despierta, se da cuenta con sorpresa de que es un hombre.
El caso es que, ¿es un hombre que ha soñado ser una mariposa?
¿O una mariposa que sueña que es un hombre?
Dicen que nunca pudo responder a la pregunta.
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